Deporte y discapacidad: Experiencia personal

Soy consciente de que hay muchos tipos de discapacidad y para muchos lo que cuento aquí no vale. Por eso en algunas cosas que puedas ver por este blog opino desde la perspectiva de mi caso, que es una discapacidad de un tipo físico concreto.

Aquí te voy a comentar sobre la práctica deportiva con discapacidad física y en concreto un tipo de discapacidad que por ahora no lleva a la necesidad de adaptaciones aunque sí en ocasiones modificaciones.

Veamos lo que supone la actividad física para personas con discapacidad de mi tipo.

EL DEPORTE PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD

¿Qué hago ahora?

Llenar de nuevo el tiempo de una persona a la que le cambia la vida de repente, no es tarea fácil.

Y una de las opciones que se me ocurrieron fue el deporte.

En mi caso, por el tipo de deporte que practico y los déficit que tengo (discapacidad física), no me es (por ahora) necesario acudir al deporte adaptado.

Por suerte me vale con ir modificando mi rutina para llegar a desarrollar un tipo de actividad física convencional. Eso es algo que aprendí haciendo rehabilitación en el hospital (en la fase más temprana tras la operación) y facilita la opción de practicar deporte.

Aún así, es cierto que sin adaptaciones no sería capaz de realizar algunas prácticas deportivas para personas sin discapacidad. Por ahora tomo las alternativas convencionales y estas llenan bastante mi actual límite de actividad diario.

Beneficios del deporte

El caso es que los beneficios de la práctica deportiva en personas con discapacidad física, son muchos. En mi caso hay unos beneficios bastante claros:

• Control del peso.
• Activación corporal.
• Control del movimiento corporal.
• Aumento de la resistencia física.
• Mejora de la fuerza.
• Incremento de la sensación de bienestar y la autoestima.

Estos son algunos de los beneficios del ejercicio para una persona discapacitada física como yo y seguro que si me pongo a pensar, soy capaz de decirte alguno más.

Este listado de beneficios de la práctica habitual de un deporte es bastante general (valen tanto para personas discapacitadas como no). Pero en mi caso concreto, puedo afirmar que cobran mayor importancia para el aumento de mi calidad de vida.

COMO HACER DEPORTE CON DISCAPACIDAD FÍSICA

Iniciar la actividad física con discapacidad

Básicamente seguí estos pasos:

1. Decidí llenar con deporte parte de ese tiempo libre que vino de repente (antes no lo tenía porque mi anterior vida estaba totalmente ocupada).
2. Medité sobre los beneficios (a pesar del sacrificio) que mantener una actividad física regular traerá a mi vida con discapacidad física.
3. Y me acerqué a investigar algo bastante desconocido para mí hasta entonces: la relación entre deporte y discapacidad.
4. Y lo hice como más sencillo me resultó: tiré de internet. El buscador de Google y YouTube básicamente.

Primeramente, todo lo que me encontré sobre el deporte para personas con discapacidad es deporte adaptado. Cualquier búsqueda parece que lleva hacia allá.

Para empezar (y por ahora) eso no es exactamente lo que sentía que necesitaba porque mi tipo de discapacidad, si bien no me permite hacerlo todo, si que (eligiendo) habilita a practicar muchos tipos de actividad deportiva (siempre con esfuerzo y venciendo impedimentos, pero eso es el deporte ¿no?).

Decidido a ello y como continuación de lo que venía haciendo como rehabilitación tras mi intervención quirúrgica, me acerqué a un centro deportivo llanerense (el que más posibilidad de actividades me ofrece entre los dos más cercanos).

Tras cuatro años de inactividad deportiva y con la masa muscular por los suelos, me di de alta y empecé una rutina física, combinando ejercicio aeróbico, ejercicios funcionales de fuerza y un circuito de máquinas con (poco) peso.

Todo ello junto al ejercicio funcional que todavía hacía (parte lo sigo haciendo) como rehabilitación.

La clave para obtener resultados practicando ejercicio físico está en la constancia, doy fé de que los comienzos fueron durísimos (puede que empezase con una carga de ejercicio impropia para mi condición).

Pero siempre pensé que si al deporte le añades una discapacidad, entonces súmale una buena ración de fuerza de voluntad.

Rutina de actividad deportiva

Me di cuenta enseguida que unir deporte y discapacidad no es fácil y siempre es una relación que depende del tipo de discapacidad.

Los comienzos son duros y practicar un deporte con discapacidad no lo es menos: son muchos los días que hay que tirar de fuerza de voluntad y fuerza mental (o cabezonería como dirían otros).

Pero una vez que te adentras en ese camino, los beneficios del deporte se hacen muy evidentes (con el tiempo y la constancia) en las personas que padecemos discapacidad.

Partiendo de un nivel que muchas veces me pareció ridículo, pero con:

• Constancia.
• Sin prisa por avanzar.
• Ganas de superarse, de hacerlo bien.
• A veces hasta venciendo miedos.

Llegué a (espero que por el momento) tres años de entrenamiento.

Siempre ha sido un entrenamiento físico convencional (por suerte), repito que por ahora solo escogiendo lo que se adapta a mis características.

Ahora mismo estoy en el gimnasio unas dos horas entre cambios de ejercicio y limpieza. Y si quieres conocer esa rutina física que me está ayudando, esas dos horas se reparten más o menos en:

1. Bici estática: 18 minutos.
2. Abdominales y lumbares: unos 30 minutos.
3. Ejercicios de fuerza con máquinas (full body): unos 50 minutos.

Si sumas todo, da aproximadamente 100 minutos.

Con todo esto, siempre hay días mejores y peores pero siempre acabo el entrenamiento con una mezcla de cansancio y actividad corporal (actividad contrapuesta a la sensación al llegar al gimnasio).

RESUMEN: DEPORTE EN PERSONAS DISCAPACITADAS, MI EXPERIENCIA

Deporte y discapacidad son dos palabras que deben ir unidas por la multitud y contundencia de los beneficios en personas discapacitadas.

En mi caso, muchas de las razones para tener actividad física teniendo discapacidad física, son compartidas con las convencionales, pero en un mayor grado.

Muchas personas discapacitadas que hacen deporte practican deporte adaptado y la mayor parte de las consultas que puedes hacer, te llevarán a ese tipo de deporte. Si lo necesitas, no faltan recursos para tus consultas en internet.

Afortunadamente mi discapacidad física, por ahora, me permite hacer ejercicio de la manera convencional eligiendo aquello en lo que no tengo demasiados inconvenientes añadidos.

Al final, hay que entender que el deporte (en eso la discapacidad te enseña bien) es esfuerzo y superación.

Una vez decidido juntar deporte y discapacidad, la constancia y la fuerza de voluntad son claves para obtener los beneficios que te puede dar esa unión.

Elegir un centro deportivo al que te sea cómodo ir y que te de amplitud de posibilidades, es una ayuda que te facilitará un poco la tarea. El empezar siempre es difícil y ayudar al arranque es fundamental.

Cuando escribo esto (2021), ya llevo haciendo ejercicio habitualmente unos tres años.

Recomiendo empezar con el nivel que sea (por bajo que te parezca) y sin más objetivo que superarse a uno mismo, cuando se pueda, con ayuda de la constancia y superando miedos, verás en tu propia carne los beneficios que trae el ejercicio a la discapacidad.

Ahora estoy llevando a cabo una rutina de ejercicio físico, 4 días a la semana, que te dejo por ahí y con la que vengo a gastar una media de 700 kcal.

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