Bueno, pues aquí, aunque suele ser una turra y lo de hablar sobre uno mismo me chirría, tengo que hablarte sobre mi.
Para eso suele haber estas páginas en las webs ¿no?, aunque luego no lo lea nadie.
Empieza la chapa:
Ya sabes que me llamo Héctor Alvarez Faedo. Pues nací en el año 1976 (buena añada) en Oviedo, Asturias (patria querida….🎶). Está en España, por si lees esto y de casualidad eres de fuera y tal.
No, no uso el bidé, no me mola y me estorba en el baño. La cantidad de temas sobre los que no sé nada ridiculiza a los poquísimos sobre los que sí sé algo.
Hasta aquí, puede que ya tengas suficiente, pero como tengo cuerda para rato, sigo (si ya te he caído bien puedes parar de leer).
El caso es que crecí como un «niño tonto normal» (The Simpsons).
Cole e instituto. Lo normal.
Pues como por aquella nos vendían motos, el camino al éxito y toda esa mandanga, acabé en la uni. Fui a la de casa, en Oviedo.
Hasta me llegué a licenciar en Ciencias Químicas y todo.
Bueno, también por el camino me saqué ciclo superior en inglés (EOI), el carnet de conducir y esa pesca.
Hasta aquí todo guay y nada fuera de lo habitual para muchos que estábamos habituados a esa clase de itinerarios (si ya te cansó el rollo puedes dejarlo anda).
Luego, como no sabía muy bien por donde seguir, pero tampoco me apetecía marcharme de Asturias como muchos compañeros de la uni, decidí probar un tiempo en un tema del que no sabía nada (pero nada, cero) y que tenía accesible mas o menos «fácil«: la empresa de la que era socio mi padre.
No voy a decirte que fue algo sencillo y que como era «el fíu del jefe» no me daban caña, casi al contrario.
Pero me gustó y acabé estando allí casi 15 años desde el puesto más bajo hasta desempeñar un cargo directivo.
A todas estas, entre medias me convertí en padre (por si tenía suficiente tiempo 😛).
Luego a los 42 años me detectaron un cavernoma en el tronco cerebral y…. bueno, lo dejo aquí que bastante turra es ya. Lo que sigue tampoco es que sea muy emocionante que digamos, pero es lo que me lleva aquí.
Alguno dice por ahí que ahora tengo demasiado rato libre. Parte de ese rato que apareció de repente lo gasto en este blog y otras movidas.
Ahora formo parte de dos asociaciones: Llanera sin barreras y la Asociación Española de cavernomas.
Si aún tienes curiosidad…